En la pelicula Home: No Hay Lugar Como el Hogar, Leigh es una chica joven y por lo tanto muy ambiciosa, que se dedica al negocio inmobiliario. En concreto, lo que hace es vender casas, por lo que a diario recibe llamadas de personas que están interesadas en comprar o en vender su casa. Un día la llaman para que venda una casa que tiene un pasado “variado”, o dicho de otro modo, que tiene un pasado bastante oscuro, por lo que es difícil de vender. Eso a Leigh no le importa, pues como hemos dicho antes, es muy ambiciosa. Cuando llega a la casa se encuentra con una chica, que resulta ser la hija de los dueños de la casa que Leigh tiene que vender. Ella intenta ayudarla, pero pronto se da cuenta de que la chica está perturbada. Lo que Leigh no sospecha es que el estado en el que se encuentra la chica no se debe a que no tenga su mente en orden, sino a fuerzas sobrenaturales que ella va a tener que experimentar.
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